Foxconn Vende Fábrica de EVs tras Fracasos en EE. UU.

La reciente venta de la planta que Foxconn adquirió a GM refleja no solo la fragilidad del sector de vehículos eléctricos en Estados Unidos, sino también el oscuro panorama de la manufactura local. Prometió reintegrar a Estados Unidos en la vanguardia de la producción, pero tras tres años, sus ambiciones parecen desvanecerse. Con un costo inicial de $230 millones y una venta final por $88 millones, el fracaso es evidente. La quiebra de tres de las empresas que debían ser sus principales clientes subraya la inestabilidad del ecosistema EV en el país.

Este desenlace ilustra el peligro de confiar en promesas tecnológicas, especialmente en un entorno geopolítico marcado por la competencia global. La posible conversión de esta planta para la producción de servidores de inteligencia artificial también plantea interrogantes sobre el enfoque de Foxconn hacia la reconfiguración de su modelo de negocios. A medida que las empresas de tecnología buscan diversificar, el futuro de la manufactura automotriz puede encontrarse atrapado en un ciclo de expectativas y realidades desalentadoras.