El dólar se desploma y el mundo celebra (pero no tan rápido)

Esta semana, el dólar tocó su mínimo en tres meses frente a otras divisas, y los mercados festejaron como si fuera Navidad en julio. Según el Financial Times, el índice DXY, que mide su fuerza frente a seis monedas, cayó un 3% en lo que va del año. ¿Razones? La Fed insinuó recortes de tasas y la inflación en EE.UU. parece domada. Pero antes de brindar con champán barato (porque la economía global sigue frágil), hay que ver el efecto dominó: un dólar débil alivia deudas en países emergentes, pero encarece importaciones en Europa y Japón, cuyas monedas ahora valen más.

La conectividad económica global es como un grupo de WhatsApp: si el admin (EE.UU.) cambia las reglas, todos sufren o ganan, pero nunca igual. México, por ejemplo, ve más barato pagar su deuda en dólares, pero sus exportaciones pierden competitividad. Mientras, China sonríe con su yuan estable y el euro se frota las manos, aunque la alegría podría durar poco. La moraleja: en economía, hasta la buena noticia de alguien es la crisis de otro. ¿O no?