
Las visitas innecesarias de Milei a zonas de guerra
El presidente argentino, Javier Milei, parece que le gusta vivir al límite. Resulta que un cohete interceptado en Israel este 10 de junio de 2025 iba ¡directito a donde se hospedaba el mandatario! Uno se pregunta: ¿qué tan relevante es esta visita a Israel para Argentina, más allá de la selfie geopolítica? En campaña, Milei fue claro: sus únicos aliados son Israel y Estados Unidos. Y sí, lo cumple, aunque sea a riesgo de que le caiga un proyectil.
Este tipo de incidentes, por más que terminen en anécdota, no son gratuitos. La imagen de un jefe de Estado esquivando misiles no es precisamente un imán para la inversión extranjera. Argentina, que busca desesperadamente estabilidad económica y flujos de capital, podría ver cómo la percepción de riesgo país aumenta. Para los negocios que dependen de la confianza internacional o que tienen planes de expansión en la región, la volatilidad geopolítica se traduce en incertidumbre. Las inversiones ya frágiles en el mercado argentino, que vio su inflación rondar el 200% el año pasado, necesitan previsibilidad, no fuegos artificiales.
Quizás, sería momento de que Milei se enfoque en "hacer de Argentina una potencia", como prometió, en lugar de estar en zonas de conflicto que no le aportan nada concreto a la balanza comercial o al bolsillo del ciudadano. A menos que, claro, su estrategia sea atraer capitales ofreciendo un seguro de vida con descuento.